Durante
años han ido construyendo una estructura protectiva desde la
legalidad que les otorgaba los puestos que iban ocupando ganados con
una impersonal apuesta democrática o a simple dedo del financista.
Todos aquellos que vislumbraban las altas y buenas posibilidades de
hacerse ricos se iban uniendo año tras año aportando sus dones
oscuros para fortalecer esa telaraña que hoy nos tiene atrapados y a
ellos libres. Al final todos son cubiertos por su manto que los hace
inmunes al espíritu elemental de la ley... la justicia.
No
se les ve angustiados, mucho menos asustados, muestran con total
descaro sus rostros, y con la torpeza inmune, que los caracterizan,
dicen cualquier cosa y hasta renuncian a antejucios, ya sabidos de
que “nada pasará” que cualquier cosa sucederá y dejará de
suceder, pero todo a su favor.
Cuando
me han asaltado y violentado siempre busqué verles la cara a esos
criminales y descubrir en ella algún dejo de pena y vergüenza, pero
no, no ha habido nada de eso, al contrario se denota al todo poderoso
psicópata. Lo mismo me pasa cuando veo sus rostros en los medios de
comunicación. Es lo mismo y con el agravante que los conocemos, que
son personas públicas; en tanto que los primeros se la juegan a tal
punto que son ajusticiados tarde o temprano.
Nuestros
políticos y sus estructuras corruptas y violentas duermen tranquilos
sabedores que “nada pasará”, entre tanto nuestra frustración se
refuerza una vez más y lentamente vamos dejando de expresarnos
públicamente, enojados, fastidiados porque las leyes están bien
hechas para el ciudadano llano, que se equivoca, se accidenta, se
desespera y actúa en su deseo de algo mejor para él y su progenie.
Ojalá
que de todo esto salgan nuevas formas de externar nuestra
inconformidad y si alguien tiene que morir ojalá sean esos que nos
han utilizados como los esclavos, los tributarios de la SAT, y nos
sigan muriendo los que saben que morirán porque el sistema de salud
no podrán evitarlo y a los otros que morirán sin siquiera saberlo
porque el Estado copado por esos rastreros es inoperante para
protegerlos y promover su desarrollo, porque siguen promoviendo y
necesitando votantes cautivos por la ignorancia, la miseria, el
hambre y la enfermedad. Mientras tanto los que reparten y se hacen
ricos y cada vez más ricos con los tributos de los ciudadanos que
con o sin empleo tienen que pagar para tenerlo, esos ...siguen
entronizados sonriendo diabólicamente viendo como sus compinches
evaden o se escudan en la misma ley y los que creen en ella para
salirse con la suya, con su insaciable ambición por el dinero que
les permitirá satisfacer su igualmente insaciable vacío del
consumismo.
No
se vale, no se vale...no se vale
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