lunes, octubre 15, 2012

Ignorancia y soberbia

Muchas veces estuve de paso por Costa Rica y de inmediato me enviaban la cordial referencia de visitar antros de prostitución y consumo vario pinto de substancias; y si la estancia iba para más, pues visitar sus hermosas playas y sus extensos desarrollos ecológicos. Cuando optas por quedarte un poco más y conocer de cerca el mito costarricense, muy bien explotado en el extranjero; de inmediato nos buscan mostrar un Estado de bienestar, el Estado benefactor, en donde el desarrollo y paz se ofrece, se promueve y se vende. Basta adentrarse un poco en los territorios urbanos y entrar en contacto con sus pobladores para darse cuenta que la realidad es otra, que día a día se construye otra realidad; esa realidad ya común para los países del norte del triángulo centroamericano, lo escribo así porque al final tenemos raíces comunes y cada país se ha equivocado de manera estúpida en planificar nuestro futuro y algunos hemos tenido que vivir la guerra, las pandillas, el narcotráfico, la corrupción en formas y extremos inimaginables para el pueblo tico. Hoy confirmo como a pausas siguen acumulando los factores que en el triángulo norte de Centroamérica se dieron de golpe y han dejado secuelas y las siguen dejando en pueblos que sobreviven como ciudadanos de tercera clase, ocultándose para que la maquinaria de violencia no los arrolle y mueran anotados únicamente como una cifra más en el anonimato de las estadísticas siempre manipulables de “estadistas” y políticos de turno. Lentamente van perdiendo espacios públicos, lentamente van cediendo a la camaradería criminal de la exacción de pequeña monta, a la simpatía del distribuidor, al maleante no denunciado, todo para “llevarla bien” para “evitarse más problemas”. Lentamente se van quedando callados para evitarse problemas y reafirmando el falso principio ya experimentado en otras realidades en el que se piensa que en tanto no me meta ni se metan conmigo no me pasará nada; olvidándose que en este acumular la violencia descarnada tocará tarde o temprano a su puerta y entonces exigirá que alguien le auxilie, estará solo como lo está ahora, pero violentado en sus derechos, en su integridad, en sus capitales y hasta en su vida. Jóvenes de algunos barrios josefinos ven como pasa todo esto, ya han crecido en este ambiente y son las primeras generaciones de insatisfechos, jóvenes que desconfían y que ven como ya no pueden caminar por sus barrios y si lo hacen será en silencio y con el temor de enojar a alguien que lo ve como una amenaza y no como un potencial consumidor o en el peor de los casos como un simpático anónimo que trata de “llevarla bien”. Estas poblaciones jóvenes buscarán por sus medios como alejarse de la realidad a la que los ha empujado una historia medianamente reciente que los margina, los excluye y los deja a la buena de sus posibilidades para salir adelante vulnerabilizando su potencial para ser incluidos en una sociedad de satisfacción mucho más generalizada que en las otras sociedades centroamericanas. Estos jóvenes se ven como “no pobres” cuando las condiciones de sus barrios, sus viviendas y su alimentación es elementalmente básica. Esto último es un extremo que marca aun diferencia con barrios marginales pobres de los países como Guatemala. Hay que darle lugar a conocer la historia reciente de las realidades de países vecinos, sobre todo los del norte, para aprender de ellas y ser humildes para aceptar las cosas que están mal, débiles o frágiles que darán al botadero de la desventura estructuras que podrían evitar la transformación total en sociedades igualmente violentas, poco o nada justas, carentes de vivencia de ciudadanía al punto de ser llevados a los límites de Estados fallidos.

viernes, agosto 24, 2012

Posdata...

Amigo Niks tu reflexión compartida me parece acorde a las circunstancias en las que algunos miembros de las generaciones adultas se despiertan de un letargo en el cual ahora la vida les empuja a ya no evadir la vida social que les ha pasado por los ojos y en muchos casos les ha arrebatado trozos de su vida, violentándoles a tal punto que no se piense, que no se llegue a tener tiempo para la crítica profunda y comprometida ante la muy alta posibilidad de morir en el intento. Ahora al pasar los años y estar vivos de milagro no la creemos y tanteando con los dedos extendidos de la mano buscando en la oscuridad llegar a un futuro distinto, otro mundo para los que vienen detrás. No es ese duro y cruel que nos ha hecho de la forma que somos, frustrados, indiferentes, violentos, criminales, enajenados según las situaciones y las manos amigas o las enemigas nos excluyen, nos empujan, nos desechan o en el mejor de los casos nos han dado las mejores de las oportunidades... estar vivos y ser ahora parte de los que luchamos con nuestra propia realidad y nos queda tiempo y esfuerzo para intentarlo más allá de nuestra esfera social. Nos damos cuenta como los ciclos se dan infinitamente sin ser rotos para ser restablecidos de manera distinta; más favorables para las personas como entiendo en tu expresión, si, nos convertimos en seres aun más sensibles y a la vez exigentes, cansados por el sin sentido de haber vivido la vida pasada esquivando los retenes, las brechas los campos muchas veces minados, las trincheras y las batallas campales en las que quedaron miles de seres cuyo mayor pecado fue tener esta sociedad como cuna, la pacha con vinagre y el aire teñido de cianuro. Al final está en nosotros decidir que tan humana puede ser una revolución, hasta ahora no conozco ninguna que no haya terminado violentando criminalmente (incluida la muerte) a los que señala como el motivo de la misma. Y aquellos líderes que lo hicieron con conciencia humana se sacrificaron hasta el punto de que la vida les fue arrebatada o la entregaron en acto final de sacrificio. Murieron en el proceso y sus sucesores se comportaron como lo peor de la rapiña en nombre de un mártir, en nombre de los más necesitados, en nombre de un ideal. Ahora el acto revolucionario es como la gota de agua que trasforma la roca (violentando su geoforma) para darle cabida en el tiempo a algo distinto, nuevo cada día. No se te olvide que la herramienta, el concreto, los bloques y la estructura interna de cada revolución es el hombre, la persona, el ser divinamente complejo que puebla este mundo.

domingo, abril 08, 2012

Enfermo o malo

Cuando nos encontramos frente a un individuo que es condenado por sus actos nos llena de interrogantes que fácilmente pueden interpretarse como debilidad, compasión o simplemente la satisfacción que la justicia se cumplió y se le dice que es responsable de un hecho y que debe compensar lo sucedido, la cárcel es una de esos escarnios sociales que al final no compensan o lo hacen muy poco y muy mal, los agraviados ya están muertos, la familia estará igualmente insatisfecha y con muchas ganas de aplicar el ojo por ojo y diente por diente. Otros purgarán un tiempo y los cientos de millones que se perdieron por sus hurtos no son recobrados y darán más vigencia al dicho penitenciario "la pena pasa, la cárcel pasa... el pisto queda". Malos de cuello blanco, de manos blancas, enfermos sociales que seguimos tolerando por incapacidad para actuar como debería ser; resarcir el daño, reponer lo hurtado; pero que haremos con los muertos, los mutilados, los olvidados por la misma justicia que en su afán de hacer su trabajo se olvidan de ellos y son igualmente condenados a la soledad, al abandono, al olvido, a la marginación y al estigma. Hoy nominalmente se condena a miles de años y con ello se reconoce que la persona hizo mal, actuó mal y fue incapaz de decir no a las órdenes superiores, a la locura momentánea del enojo y del fastidio, de la desesperación y de la frustración. La actitud de negación producto del mismo estilo de justicia impide que las personas acepten, se perdonen y se comprometan con la sociedad a la cual perteneces para que esto que los ha llevado a la condena no se de más y sea realmente preventivo, educativo para los que vienen atrás y lo piensen más antes de dañar a sus semejantes, porque entonces si los verán como eso y no como piezas en su coto de caza. Ahora me permito compartir un artículo de Carlos Alberto Montaner que me ayuda en gran medida a acrecentar mis propias reflexiones respecto al tema de la violencia, espero que siga igual que para mi un artículo de discusión con otros y nos deje en el camino de la reflexión comprometida para ser lo mejor que podamos en esta vida.

miércoles, marzo 21, 2012

Pertenencia Necesaria

Un sistema... que sistema, las personas, los individuos que cargan con sus ideas al llamado “sistema” y que luego lo hacen responsable de las cosas malas que nos destruyen de un solo golpe o a pausas ; según lo que interese primero. Este “sistema” que proclama la libertad individual, la privacidad... la particularidad del individuo por un lado y de inmediato la invisibilización del individuo amasado y declarado como sujeto social avasallado que servirá como tal tomando todo lo que se pueda de él y si explota que explote, al final será solo una estadística de mes y nada más, un agregado a la masa anónima, muerta, incógnita. Pero al final el “sistema” no es más que un mito neutro en su moral y en su ética, elementos que son inherentes a esos individuos que le cargan de sentido según sus intereses o que lo usan de chivo expiatorio cuando las cosas llegan a extremos que dañan a las personas y en esto alguien tiene que ser culpable; y por qué no el “sistema”. Esa estructura culpable de que las cosas funcionen mal, a medias o en total lentitud e inoperancia. Sirva lo anterior como preámbulo de lo que deseo expresar. Hoy con esa necesidad de sentirse comunicado, caemos en bases de datos a las cuales acudimos como corderos apremiados por coyotes, redes sociales, telefonía, bancos, etc. todo por obtener algo a cambio y en ese intercambio seguro que hemos perdido y con ello nuestra privacidad, nuestra intimidad. Se me ocurre con todo esto no es más que el resultado de una mescolanza de estilos políticos de llevar adelante el gobierno de un país, hoy todos aplican un poco de esto o lo otro como fragmento de los radicalismos históricos del siglo XX, retoman los estilos renacentistas, medievales y hasta los cavernícolas con tal de hacerse un gobierno y un sistema a su medida y que mejor que teorizar a su medida, a su sabor y antojo, bajo su propia interpretación al final nadie es dueño de la verdad. Al final nuevamente estamos entrampados en redes de control social, toda una parafernalia de modernidad, post-modernidad, acceso a la expresión... libre expresión, libre comunicación, libre acceso a la información y en cada paso que damos entre bit y bit quedamos más atrapados, o por el contrario terminamos aislados, marginados; porque si no estamos registrados aquí y allá, simplemente vamos desapareciendo o simplemente no existimos. Control, control, control y para ello prostituir, desvirtuar, corromper todo aquello que tiene o tuvo atisbo virtuoso en pos del ser humano, de su desarrollo, de su bienestar, de su realización y con él de su enjambre social; pero seguro que hay otros que ven esto como un idealismo estúpido, inútil y nada conveniente para el “bienestar” de los dueños de la decisión definitiva del concepto de humano, persona, sistema, desarrollo. Redes que controlan para que no se vaya de las manos el grupo social que debe “regularse” ya que la resiliencia tiene su límite y termine por darse movimientos revolucionarios que busquen restablecer los principios y fines que movilizaron al ser humano para agruparse en sociedad, claro esto es un retroceso para los dueños de las parcelas de este planeta. Hoy se inventan, reinventan y complejizan las formas de esquilmar a los pueblos justificándo que es por culpa del “sistema global” y de nuevo la culpa del sistema como que este fuera una máquina autónoma, inhumana que se auto reproduce y que ya piensa que hacer con nosotros los humanos. Pero no olvidemos que detrás de este “sistema” están esas mentes perversas que cíclicamente se turnan en sus aviesos, nefastos, criminales propósitos; que lo único que buscan es gozar del poder, y saciar el hambre de la riqueza que sus mezquinas y miserables vidas les exige.

lunes, febrero 13, 2012

Los nuevos ricos producto de la posibilidad criminal y ¿los viejos ricos?

En este momento se escriben artículos puritanos en cuanto medio de prensa, revista o folleto este a disponibilidad; claro de propiedad de unos cuantos, de los de siempre. A los otros se les persigue penal, política o simplemente se ejecutan unos con otros y todo debido a la lucha por asirse a un escaño de la clase rica guatemalteca, los viejos ricos ya tienen su séquito de serviles que defienden su “honra” y ven con recelo que los nuevos ricos se puedan establecer como notables personajes de la sociedad que en el futuro bien próximo sean ya parte de blancura oligárquica del país. Construimos con descuidado olvido nuestra historia y cada ves que alguien quiere recordarla lo tildan de todo: resentido, subversivo, marero, comunista, marihuano, pobre muerto de hambre o narcotraficante. Se quieren hacer de la vista gorda, quieren pasar desapercibidos, quieren que nadie sepa que sus tierras y riquezas fueron de origen mal habido. Que sus abuelos se apoderaron de todo lo que pudieron a fuerza de ley y basados en ello pasaron sobre todos, un Estado a la medida, leyes a la media, las de ellos. Todos los demás quedan proscritos y deben acatar, aun a cuenta de su miseria, hambre, cárcel y muerte, que se puede crecer en ese anhelado estatus social. Hay de aquel que no entre por esas reglas; establecidas para que el anhelo no se logre y si hay alguno que pase, pues hay que hacer “todo” lo posible por que no llene de “masa de maíz” sus aterciopelados tronos. Esta estructura favorece todo para que las cosas no se den como en la teoría debería darse, como un conjuro de brujas o merolicos de estación de radio de las diez de la noche; conjuros tan complicados que resulta imposible su cumplimiento y si logramos hacernos de todo: diplomas, medallitas y reconocimientos y aun así no se nos hace, seguro es porque no hicimos algo bien. Risible, risible. Entonces algunos con la posibilidad criminal cercan a ellos, en un barrio marginal, en una prestigiosa universidad, en la ruralidad olvidada, el los ejidos ladinos e indígenas; “se la juegan” compartiendo con los puros de abolengo la droga, el trance, la evasión, el lavado de activos hasta que este asunto sea insostenible para unos u otros. Regularmente salen ganando los puros y de sangre azul, los buenos, los dechados de bondad, los benefactores del pueblo, los padrinos de la miseria. Los advenedizos caen prontamente presas de la vanidad, del despilfarro de disfrute pleno de lo que no han tenido o lo han tenido en forma limitada y pronto se “dan color” y terminan siendo los encarcelados, los perseguidos, los ejecutados o los capturados por los gringos para hacer justicia divina en la tierra; claro esto sin ser presas del despojo por todos aquellos que puedan aprovechar la oportunidad, con ley se sacraliza lo satánico, se olvidan las deudas y se acrecienta la riqueza. Pero luego de algunos años cuántos de estos hoy perseguidos como criminales serán consolidados como nuevos miembros de buró de ricos dueños de casi todo y nuevamente habremos olvidado sus raíces y les reconoceremos en la lejanía como parte de los que ya están cabales y empezaran a mezclar su sangre para no perder un solo centavo de su riqueza y como buenos medievales buscar acrecentarla.

martes, enero 24, 2012

Criminalizar la sociedad en que vivimos

En estos días por fin explotó una nueva forma de persecución mundial que replica en gran medida lo que pasa en nuestra sociedad marginal, vemos como grupos de marginales excluidos por tantos factores sociales vinculados primordialmente al acceso a la riqueza y a través de ellas a infinidades de productos y servicios, vemos como la creatividad en nuestra sociedad resuelve a como dé lugar, recurriendo a hechos violentos en el caso de los que han perdido el rumbo, la esperanza, el pudor, el amor a la vida propia y ajena. Esos otros, los demás, los no yo; no son más que presas de caza, en su patio trasero, al estilo de “América para los americanos”. Presas a las que hay que sacarles provecho y sin miramiento alguno aniquilarlas, restringirlas, dominarlas, controlarlas, subyugarlas, reducirlas; si este propósito entra en riesgo. De ahí la facilidad en matar a cualquiera, simplemente son ese alguien útil en cuanto me provea, por quien subsisto, de quien obtengo beneficio en todo y cuanto pueda. Pero estos son los más atroces, aquellos pequeños grupos de bárbaros que no les tiembla la mano o el dedo para poder darle continuidad a lo que ya se han establecido como normal y que pierde el anonimato cuando las condiciones sociales son facilitadas y ante esto la impunidad hace que se muestren en toda su magnitud violenta y desencarnada. Los otros buscamos hacer la lucha, la luchar para sobrevivir día a día, recordando la valiosa oportunidad que brinda la vida para pensar y actuar desde nuestras posibilidades. Pero pintemos a todo aquel que estaría puesto en el lienzo del crimen silencioso, del día a día, del que corrompe, del que es corrompido, del que cree encontrar la justicia en quitarle al que tiene y darlo al que no, y que producto de la enajenación lo justifica. Somos un trozo de esa sociedad mundial que se replica a sí misma y que de igual manera, nuestra pequeña sociedad tiene sus propios perros de caza que van detrás de todo aquel que quiera “salirse del guacal”, nuestras leyes locales persiguiendo a todo aquel criminal que empobrecido por la miseria en la que ha crecido y sumergido en las aguas sulfurosas del consumismo no encuentra más salidas, la mayoritaria; quedarse así como está el resto y morir satisfecho de haber vivido en la miseria, vencidos, sometidos por ese sistema; el otro, uno en un millón, podríamos decir, se cuela a un mundo que le permite vivir mejor y ser el ejemplo de las oportunidades que da la sociedad, haaaa!!! la movilidad social se ha consumado. Los otros se constituyen en individuos, regularmente aglutinados en gavillas herederos por derecho (pensamiento nacido espontáneamente basado en el rencor y el fastidio), de toda la riqueza que puedan llegar a tener, aunque no sea más que un miserable puñado de billetes. Pero ahora esos piratas que hasta del nombre se han apropiado renovando a los personajes ya centenarios, ahora no son doblones de oro y plata, ahora no son barcos, sables, cuchillos y pólvora de cañones, ahora es tecnología, bite y bites, y un mar cibernético que ha cambiado el oro por el plástico y los micro chips. Estos piratas tienen sus ojos bien abiertos, al igual que su ingenio; llevan a donde sea toda esa riqueza de la cual están excluidos los pueblos y que su resplandor les es restregado en su cerebros a través de la pantalla plana, en los medios de distribución masiva, en los teléfonos, en todas las carteleras posibles se les recuerda que no lo tienen y que deben tenerlo, porque esto es lo que deben tener, porque esto es lo que las grandes empresas desean, motivando de cualquier forma a su consumo. Esto me recuerda el noble sentido de liberar a los esclavos en los momentos que la producción superaba a los consumidores y que entonces había que acrecentar este bloque social. Ahora veo como todo ese mercado mundial de acceso a la información, a las artes, al pensamiento libre y compartido a los cuales no tenemos derecho porque tendríamos que pagarlo y para eso no nos alcanzaría, recordemos que hay sitios más humanos que nos colocan en un estatus especial para poder acceder a sus productos porque somos de países que no tenemos capacidad de pagar lo que si pueden hacer otros países que se nutren de nuestros huesos. No justifico nada de estas acciones porque están fuera de la ley, pero pregunto quién hizo las leyes? Cómo ahora el nuevo gobierno será capaz de erradicar las miles de ventas públicas y de entrega privada y por encargo de películas, programas, libros que solo vemos y veremos en las vitrinas reales o virtuales que nos recordarán que para tener accedo a estos productos debemos ser ricos, debemos estar en la lista de los que valen la pena en dólares o euros para que nos muestren el estreno y nos digan que esperemos a ver si los supremos dueños consideran oportuno y útil exponer a este pueblo de pobretones o bien nos hagan esperar hasta que se les de la gana y pretendan darnos las sobras, la tecnología basura. Entiendo son situaciones de mercado, de dinero, no de humanos; pero seguro que esto no se resolverá de un solo plumazo, de un grupo de personas que irán a parar a las cárceles federales o a las cárceles chapinas; en tanto no se resuelva el asunto en forma radical otros tomaran los lugares dejados por estos piratas del siglo XXI así como etiquetarnos como sociedades criminales, todo por mostrarles el pan detrás de la vitrina sin la posibilidad pronta o inmediata de llegar hasta la hogaza.