miércoles, marzo 21, 2012

Pertenencia Necesaria

Un sistema... que sistema, las personas, los individuos que cargan con sus ideas al llamado “sistema” y que luego lo hacen responsable de las cosas malas que nos destruyen de un solo golpe o a pausas ; según lo que interese primero. Este “sistema” que proclama la libertad individual, la privacidad... la particularidad del individuo por un lado y de inmediato la invisibilización del individuo amasado y declarado como sujeto social avasallado que servirá como tal tomando todo lo que se pueda de él y si explota que explote, al final será solo una estadística de mes y nada más, un agregado a la masa anónima, muerta, incógnita. Pero al final el “sistema” no es más que un mito neutro en su moral y en su ética, elementos que son inherentes a esos individuos que le cargan de sentido según sus intereses o que lo usan de chivo expiatorio cuando las cosas llegan a extremos que dañan a las personas y en esto alguien tiene que ser culpable; y por qué no el “sistema”. Esa estructura culpable de que las cosas funcionen mal, a medias o en total lentitud e inoperancia. Sirva lo anterior como preámbulo de lo que deseo expresar. Hoy con esa necesidad de sentirse comunicado, caemos en bases de datos a las cuales acudimos como corderos apremiados por coyotes, redes sociales, telefonía, bancos, etc. todo por obtener algo a cambio y en ese intercambio seguro que hemos perdido y con ello nuestra privacidad, nuestra intimidad. Se me ocurre con todo esto no es más que el resultado de una mescolanza de estilos políticos de llevar adelante el gobierno de un país, hoy todos aplican un poco de esto o lo otro como fragmento de los radicalismos históricos del siglo XX, retoman los estilos renacentistas, medievales y hasta los cavernícolas con tal de hacerse un gobierno y un sistema a su medida y que mejor que teorizar a su medida, a su sabor y antojo, bajo su propia interpretación al final nadie es dueño de la verdad. Al final nuevamente estamos entrampados en redes de control social, toda una parafernalia de modernidad, post-modernidad, acceso a la expresión... libre expresión, libre comunicación, libre acceso a la información y en cada paso que damos entre bit y bit quedamos más atrapados, o por el contrario terminamos aislados, marginados; porque si no estamos registrados aquí y allá, simplemente vamos desapareciendo o simplemente no existimos. Control, control, control y para ello prostituir, desvirtuar, corromper todo aquello que tiene o tuvo atisbo virtuoso en pos del ser humano, de su desarrollo, de su bienestar, de su realización y con él de su enjambre social; pero seguro que hay otros que ven esto como un idealismo estúpido, inútil y nada conveniente para el “bienestar” de los dueños de la decisión definitiva del concepto de humano, persona, sistema, desarrollo. Redes que controlan para que no se vaya de las manos el grupo social que debe “regularse” ya que la resiliencia tiene su límite y termine por darse movimientos revolucionarios que busquen restablecer los principios y fines que movilizaron al ser humano para agruparse en sociedad, claro esto es un retroceso para los dueños de las parcelas de este planeta. Hoy se inventan, reinventan y complejizan las formas de esquilmar a los pueblos justificándo que es por culpa del “sistema global” y de nuevo la culpa del sistema como que este fuera una máquina autónoma, inhumana que se auto reproduce y que ya piensa que hacer con nosotros los humanos. Pero no olvidemos que detrás de este “sistema” están esas mentes perversas que cíclicamente se turnan en sus aviesos, nefastos, criminales propósitos; que lo único que buscan es gozar del poder, y saciar el hambre de la riqueza que sus mezquinas y miserables vidas les exige.