viernes, agosto 18, 2006

Secuestrados por la violencia

Secuestrados por la violencia
Agosto 2006
Cuando Grupo Ceiba presenta un recurso de exhibición personal luego que miembros de la PNC intentaran llevarse por la fuerza a uno de los jóvenes que en estos momentos es acompañado por la institución con el fin de brindarle, quizá una última oportunidad vital, para salir del ciclo de violencia, pero sobre todo de la adicción a las drogas. Esta situación hizo que el contingente del orden público ubicado en la colonia El Limón tomara una actitud represiva frente a Grupo Ceiba reflejado en el acoso, persecución, captura, tortura y anomia ante el agudizamiento de la violencia en la comunidad.
Hasta antes del evento de abuso de autoridad, las relaciones se mantenían entre las organizaciones en un tono de buenos vecinos en donde se les compartía la dinámica de Grupo Ceiba y en algunas oportunidades hasta se brindaba capacitación técnica informática a sus agentes.
En la actualidad haber entrado, armas de fuego en mano, a un espacio escolar, en donde se encontraban más de 50 jóvenes y señoritas en procesos de capacitación para la inserción sociolaboral, persiguiendo al joven encartado en el problema, exponía fuertemente a otros tantos inocentes en el evento. Este tipo de actitud ya cotidiana de ingresar y salir de las viviendas sin órdenes de captura o bien haciendo extensiva una para todo un sector comunitario.
Pareciera que la comunidad es para ellos un área de caza selectiva en donde ahora todo aquel que agregado a su condición de joven, portar tatuaje, vestir distinto, es beneficiario de Grupo Ceiba es condición sinocuanum para ser capturado, torturado y encarcelado; para que con los días queden fuera por falta de méritos, es solamente una afirmación a su condición de perseguido, acosado y explotado por esa misma estructura. Situaciones en las que son cotidianas la siembra de pruebas, muchas de ellas adquiridas por los propios agentes en su relación con el crimen, el narcotráfico y la violencia en la comunidad. Todo mundo lo sabe, pero igual todo mundo guarda silencio y busca resolver su situación con su propio esfuerzo y a su manera, generando aun más con ello el debilitamiento de la estructura y de la sensación de seguridad y justicia.
En tanto los esfuerzos de la PNC local se enfocan en perseguir y capturar a los “gatos viejos”, los otros, aquellos que realmente se violentan contra ellos mismos y contra otros ciudadanos pasan “desapercibidos” a propósito otorgándoles un manto de impunidad en sus acciones, siendo cómplices unos de otros. No se les persigue, muchas veces no se les captura y cuando eso sucede en un corto tiempo estarán libres, conocen el sistema y tienen el dinero y el poder para poder retorcerlo a su favor. Día a día se escuchan detonaciones, ráfagas de armas de grueso calibre que ni siquiera durante el conflicto armado se escuchaban en la ciudad tan a menudo como hoy. Sirenas abiertas para atender una emergencia cuando hay suerte para los heridos y una carpeta para los que tuvieron tanta y yacen muertos por toda el área. Las causas, usted sabrá? Hoy se maneja como explicación básica ocultada por el exterminio de la limpieza social explicado por la lucha entre pandillas, la lucha por territorio, por deudas entre narcotraficantes, saldo de cuentas dicen y la fuerza policial solamente observadores si alcazo, silenciosos activistas de la represión y la violencia.
Hoy los chicos más vulnerables son acosados señalándolos como meta de persecución y captura “si son de Ceiba”. Estas poblaciones ya no corren o corren poco, están cansados, ya lo han perdido todo, ya han estado muchos de ellos en la cárcel, muchos han cumplido sus penas, otros ni siquiera les pudieron probar nada y ente su pobreza se han consumido dentro de la cárcel producto de no tener capacidad para pagar un abogado o esperar un turno en la defensoría pública. Han entrado y salido de la estación de policía, han pagado su cuota, su familia ha sido esquilmada en su pobreza y a ellos obligados a prestarse a sus fines aviesos porque agotados de huir no les queda otra que prestarse ocasionalmente a los juegos macabros de sus captores.
Hoy aquellos agentes corruptores de la legalidad se quejan de que Grupo Ceiba protege delincuentes, ya lo han dicho por muchos años y esto no es cosa nueva, pero hoy lo refuerzan, se quejan que la gente de Grupo Ceiba impidió su salida de las instalaciones, ahora solamente falta que nos denuncien por secuestro de agentes de la seguridad pública.
Las cosas en el Limón hoy están graves y pareciera que eso es lo que le conviene al sistema que históricamente se ha beneficiado de la comunidad, nuevamente se ha llegado al punto crítico del ciclo de violencia, se sostiene por más tiempo y cobra más víctimas, la mayoría de ellas inocentes.
No trabajamos con delincuentes, ellos deben ser perseguidos por la Seguridad Pública, ella debe proceder con forme a la ley, debe hacer bien su trabajo. No debe criminalizar a los más vulnerables sembrándoles pruebas, no deben negociar con el criminal para sus propios beneficios, deben actuar conforme a derecho, deben trabajar, deben cumplir con su deber, dejar que quien quiera trabajar que trabaje y no buscar “Gatos Viejos” cuando los frescos corren y corren sin que ellos hagan nada por reprimirlos y más aun por prevenir, prevenir que es nuestra intención institucional.

jueves, febrero 16, 2006

“La desconexión moral de los verdugos en las cárceles”


El fin de semana apareció un artículo en un suplemento de Prensa Libre en Guatemala que presenta una síntesis para medios de la investigación realizada al respecto del tema y que refleja la inquietud de muchas personas con respecto a la dinámica de estos seres humanos que por una u otra razón, vinculado a su trabajo penitenciario seguramente, tienen que realizar acciones como estas. Se externa lapidariamente la conclusión de la investigación con el título del artículo y esto refleja la necesidad de tratar de explicar lo más satisfactoriamente como sucede esto, cuáles son sus niveles orgánicos, espirituales, psicológicos para poder hacerlo. No sé si todos podríamos hacerlo o en qué situaciones lo podríamos hacer. Se necesitaría estar muy equilibrado o desequilibrado para hacerlo, y para saberlo se tendría que acudir a un especialista de la conducta en áreas específicas o quizás agregar a un psiquiatra para acercarse lo más posible a los asientos individuales de la psiquis del ejecutor y llegar a tener un alto porcentaje de acierto en cuanto a señalar al individuo adecuado para hacerlo. Y esto no nos garantizaría nada.
Esta situación se da en situaciones legalmente instituidas y racionalmente justificadas por un sistema de protección dentro de la organización social, pero sucederá lo mismo con los ejecutores en un proceso de etno, o genocida y aun más cercano a procesos de “Limpieza Social” en donde el ejecutor se reviste del poder y decisión para ejecutar a quien el grupo social ha determinado por medios informales y sin un debido proceso que es “culpable” y que por eso debe ser ajusticiado.
Parte de la investigación me da respuestas en cuanto a ¿qué pasa con el que ejecuta a uno y el que ejecuta a quince? Ya que esta pregunta quedaba en el ambiente cuando aparecen en nuestro país seis, siete, cuatro, tres personas muertas. En un país en el que en los últimos tiempos se ha llegado a promedios diarios de quince muertes violentas, claramente deslindadas del resto de muertes. ¿Se desconectarán igualmente estos ejecutores? ¿Cómo responden ante la ejecución en masa? Y la investigación concluye que sucede lo mismo con quien lo ha hecho una ves con quien lo ha hecho quince veces. ¿Y qué hay del tipo de ejecución…? La legal, como bien lo plantea la investigación es “humana” trata que esta sea rápida y letal para que el ajusticiado no sufra, al final no se trata de convertirnos en lo mismo, no se trata de generar sadismo en los concurrentes y en los espectadores o en ir hasta el sufrimiento profundo, constante y continuo para satisfacer el dolor y la satisfacción del “ojo por ojo” de la víctima o de su familia como dolientes profundos tras haber sufrido la pérdida de un ser querido.
Pero ¿Qué hacen los ejecutores en la limpieza social? ¿Escogen la forma de muerte rápida del ajusticiado? ¿Lo narcotizan? O desarrollan una patología social más severa que la utilizada por sus ajusticiados convirtiéndolos en iguales o peores, por el nivel de conciencia que los ha llevado a convertirse en eso, en asesinos.
Esto hace que vinculemos el estudio a varias ramas de la psicología, y creo que la más vinculada a este fenómeno es la psicología social ya que desde ella se encuentra el sustento para explicar el comportamiento gregario y como este autoriza o no a los individuos miembros a actuar de una u otra forma. Es “malo” matar pero el grupo me autoriza y me señala para hacerlo porque con ello evito que eso pase fuera de la estructura social y sea utilizado como un regulador de la conducta humana en su grupo social al que pertenece. Pareciera que la desconexión moral funciona como funciona en los individuos la desconexión traumática en general y hay quines tienen un umbral bajo y otros alto, y es aquí en donde debemos informar, compartir, explicarnos lo que es capaz el ser humano y en lo que nos podemos convertir, sin olvidar que ese mismo sistema ha marginado a grandes grupos, a generaciones completas convirtiéndolas en intolerantes, haciendo que pierdan su condición de ciudadanos y de miembros de un grupo que los acoge o los desecha con explicaciones tan diversas y en donde se pierde en muchos casos, y me refiero a que son notoriamente significativos para la sociedad, en el anonimato, en la violencia, en la droga como medida pausada de muerte y en la muerte misma en manos de otros no memos beneficiados por la misma sociedad y que se prestan a convertirse en los ejecutores oficiales o no de un sistema a todas luces poco audaz para crecer y fortalecerse con los mismos individuos que le dan existencia.

lunes, enero 16, 2006

Un porque las mujeres en las pandillas

El tema de las mujeres en pandillas es algo que hace falta investigar solamente conocemos la punta de iceberg. Esta situación se da primordialmente porque aparecen solo aquellas feminas que exacerban las características “normales” de una mujer en nuestro medio. Todo está supeditado a poder y este no lo tienen la mujeres, al menos en forma evidente, ellas ostentan un poder de manipulación a través de otros, sus hijos, sus novios, sus “homis” y se prestan a ser utilizadas como salvaguardas, como sus “paros”, confidentes, banderas, sus “gotitas”. Pero son la parte más frágil de la cadena, son quien de inmediato se desquitan los rivales. La conveniencia del mismo grupo ante el reclamo del abuso, de no tener lo que les corresponde como miembros de una pandilla ocasiona su exclusión , la violencia y su muerte. Son agentes, en su mayoría, silenciosos en su grupo, se afilian, pero no son tan notorias. Son todo un caso a investigar. Desde las estructuras comunitarias se ve mal, están descontextualizadas en una cultura que es totalmente machista, en donde la ternura, la sumisión, el objeto sexual, el instrumento de desahogo es personificado en ellas. En su mayoría provienen de familias marginales extremas, altos niveles de desintegración, pobreza, abuso físico y emocional. Son comunes la carencia de oportunidades y esto hace que se conviertan a temprana edad en niñas madres, sus niveles de escolaridad son muy bajos y la capacidad de integración laboral es casi nula, quedando para ellas los peores trabajo y la carga de criar a sus hijos, acción compartida normalmente con la madre abuela que ha vivido las mismas circunstancias. En estas situaciones estructurales familiares la abuela madre se convierte en la regente de un clan conformado por tantas hijas madres como haya tenido, agregando a los nietos y nietas de los hijos varones. Hacen de esta escena su forma de vida, entre más se aglutinen en la “casa”, no importando el hacinamiento, alguno traerá algo para sobrevivir, convirtiéndose esto en una forma de sobrevivencia de los mayores. Quiero compartir que al final tienen un estatus de segunda categoría, aunque no lo acepten, piensan que esta es la opción que les queda y luego de ser instrumentalizadas por los varones, que utilizan un discurso de equidad, hacen de ellas nada más que sus instrumentos y cuando ya nos les son útiles las desechan, se convierten entonces en catalizadoras de la frustración y la violencia de los varones, convirtiéndose ellas en muchos de los casos en maniaco dependientes de sus convivientes, piensan que son lo único a lo que pueden aspirar, los procesos destructivos llegan a tal punto que se desahogan en ellas de las formas más violentas y hasta la muerte como punto extremo. Esto resulta particularmente repetitivo en las culturas que se encuentran en estados de guerra, represión, invasión o conquista, son ellas las más impactadas y con quienes se descarga la violencia más significativa e inhumana concebida para destruir al género humano.

jueves, enero 12, 2006

Iniciamos el 2006

En Asociación Grupo Ceiba hemos iniciado el año 2006 con apenas darnos cuenta que se terminó el 2005. No es queja o desorden de agenda, es solamente una expresión que para quien conoce el trabajo que se necesita realizar en el tema de la prevención entenderá lo arduo y constante que es hacerlo y el olvido e insuficiente que se torna el "tiempo".
Este año es especialmente importante para nosotros porque en Guatemala se inician los procesos eleccionarios definidos, aunque la convocatoria oficial espere casi un año aun. Aunque es claro que al día siguiente de la toma de la banda presidencial por parte del Presidente Berger ya se hablaba de otras eleecciones. En centroamérica pasa lo mismo y los cambios necesarios para la transformación de la región no asoman por ninguna parte, seguimos a la vera del camino, esperando un nuevo impulso, que más es empujón para seguir adelante en la construcción de la historia que trasnforme nuestra realidad.
Recién terminamos la primera asamblea regional con jóvenes que vinieron de Centroamérica y del sur de México y de ella emanó un documento, que invito a leer en nuestra página, que refleja el pensamiento, el sentir de los y las participantes quienes con gusto apoyaron rubricando el mismo. Nos toca ahora llevarlo adelante, hacerlo llegar a quienes puedan compartir con esta parte de la reflexión que involucra el trabajo comprometido necesario para la prevención y no la opción de la muerte, del aniquilamiento de nuestra fuerza, de nuestra humanidad. Cada uno de nostros tiene un rol en esta realidad y desde ella podemos dejar por un lado el automatismo al que nos quieren someter los medios y el poder trás ellos, es dificil decir NO y ser de otra forma, pensar que hay otras formas para enfrentar los problemas sociales, pero para ello se requiere compromiso entero, celular, empático con esa otra realidad que no conocemos mas que por pensamiento, por idea, por utopía y por ello creemos que no hay otra forma de vivir la realidad. La realidad cambiará para bien o para mal de unos o de otros pero en la medida que lo hagámos desde el compromiso de sada uno en pos de mejores condiciones de vida en todo el sentido de la palabra podremos hablar que este es un nuevo año, un año de oportunidades para realmente cambiar, transformar la realidad, construir, edificar la oportunidad de ser de otra manera. Inténtelo, pruebe ser de otra manera, ser cómplice de un proyecto de vida y para la vida.